viernes, 5 de julio de 2013

Capitulo 8:Entrenamientos

Bueno mis queridos tributos, ya venia siendo hora del capitulo 8, así que ¡Que empiece la lectura del octavo capitulo y que la suerte este siempre, siempre de vuestra parte!
ojala les guste Y COMENTEN POR FAVOR
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Abro los ojos y me topo con el rostro de Daniel, levanto un poco la cabeza y descubro que me encuentro entre sus brazos, me quedo atontada hasta que vienen a mi mente los recuerdos de la noche anterior, la discusión con mi amigo, el encuentro con Cato y el llanto, enseguida me invade la vergüenza, me levanto con cuidado de no despertar a mi amigo y me voy a mi habitación, una vez allí me doy una ducha, me pongo la ropa que encuentro sobre mi cama y vuelvo a hacer el nudo con mi pelo, como siempre lo hago, entonces decido ir por mi amigo, lo encuentro en el quinto sueño.
—Daniel arriba, debemos entrenar.
Mi amigo suelta un bufido, medio adormilado.
—Entrenar no es importante y quiero dormir.
— ¿Qué no es importante? ¿Daniel tienes fiebre, estás enfermo?
—Estoy bien, tranquila.
—A entrenar— tomo una almohada y lo golpeo con ella en el rostro—, a entrenar.
—Lena quiero dormir.
—No hay caso contigo, estás peor que Haymitch— eso me da una idea, lleno un vaso con agua y se lo arrojo a la cabeza.
— ¡Malena Rivas estás muerta!
—Vale, eso no fue buena idea—voy dando pasos hacia atrás—, aunque es ilegal que me hagas algo antes de la arena— choco con la pared y él se me acerca.
— ¿Crees que de verdad te haría algo, que te lastimaría en la arena?
—Eso nos lleva a la pregunta del millón ¿Por qué te ofreciste como tributo?
—Espera, dije que no te haría nada en la arena, no dije nada sobre ahora.
Abro los ojos como platos, mi amigo me sujeta, me levanta y, al menos yo creo, está a punto de dejarme caer, entonces lo empujo con mis piernas y ambos caemos a la cama, él se pone sobre mí y empieza a hacerme cosquillas, le pido que pare pero no me escucha, intento zafarme pero me tiene bien sujeta.
—Por favor para—le suplico entre risas.
— ¿Y qué pasa si no quiero?— noto como acerca su rostro al mío con una media sonrisa, como siempre que piensa que me está ganando.
—Depende de lo que se me ocurra—me mira con una sonrisa.
—Pero…
—Cierra los ojos.
Esta vez le obedezco, noto como me toma en sus brazos y me lleva a no sé donde, entonces escucho el sonido del agua al caer y abro los ojos muy tarde, Daniel ya me ha arrojado a la tina, aunque logro tirar de él y ambos terminamos completamente empapados.
—Eres un tonto—le digo mientras intento parecer ofendida.
—Lena no te enojes.
Salgo del baño seguida de mi amigo.
—Lena por favor
Entro a mi habitación.
—Lena… Le cierro la puerta en la cara y me voy a mi baño, deshago el nudo de mi cabello, me quito toda la ropa y me quedo parada en la alfombra-secadora hasta que todo rastro de mi aventura acuática desaparece, luego me pongo un conjunto deportivo y unas zapatillas de plataforma, lo que no me preocupa ya que estoy más acostumbrada a usar este tipo de zapatos que a respirar, vuelvo a hacer el nudo con mi cabello y salgo dispuesta a seguir con mi actuación de ofendida, mi decisión se viene abajo cuando veo el rostro triste y lleno de arrepentimiento de Daniel, lo despeino y le dedico una sonrisa.
— ¿Ya no estás enojada?
—Nunca lo estuve.
Mi amigo me sonríe con algo de tristeza y camina hacia el elevador.
— ¿Qué pasa?
—Nada, tranquila.
—Daniel, sabes que me puedes decir todo lo que te preocupa, soy tu amiga ¿O no?
—Estoy bien, lo prometo.
—No te creo.
—Por favor déjalo así, no es gran cosa, ya se me pasará.
—Daniel…
—Y basta.
Agacho la cabeza y bajamos hasta el gimnasio, estoy a punto de ir a reunirme con el resto de los tributos
cuando Daniel posa su mano en mi hombro, recuperando su sonrisa.
—Deja algunas sorpresas para la arena.
—Vale, pero aviso que pronto me voy a vengar por lo de la ducha, más te vale correr.
—Sí, mejor, adiós.
—Te doy doce segundo, once, diez, ¡uno, cero!—lo salgo persiguiendo mientras no paramos de reír, los otros tributos nos miran como si estuviéramos locos, Daniel se refugia en el puesto de camuflaje— ¿Crees que eso te va a servir?
—Al menos por unos segundos—su voz me revela donde se ha ocultado, me acerco y me arrojo sobre él, empezamos a rodar sin dejar de reír, Atala tiene que venir para que prestemos atención a las normas, yo le hablo a mi amigo en susurros.
—Creen que voy a seguir sus normas, yo juego con mis propias reglas.
—Trata de no demostrarlo antes de la arena, podrías tener problemas.
—Vale.
— ¡12 se pueden callar!
— Está peor que la profesora de inglés.
— ¿¡Que parte de cállate no entiendes!?
— ¡Me callo!
— ¡Pues gracias!
— ¡De nada!

Eso la deja callada, vuelve a las normas mientras yo la observo con una sonrisa triunfal, observo el resto de los tributos, me percato de que Thresh tiene una sonrisa de aprobación en el rostro, Cato me mira con odio, Clove ni dirige la vista hacia aquí, Marvel y Glimmer están absortos en el monólogo de Atala, Rue me mira de reojo y le dedico una sonrisa, mientras que la comadreja hace lo mismo que yo, estudiar al resto de los rivales. Al fin Atala termina con su largo discurso y nos podemos ir a entrenar.

1 comentario:

  1. Vale Cato me esta empezando a dar miedo...
    Daniel y Lena cada vez estan mas monos, se tienen que besar YA. Ole tus narices Lena!!
    Bueno, el capitulo ha estado genial.
    Siguela cuando puedas. Besoos :)

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